Es quizá el sistema de riego más antiguo que ha existido. En este sistema el agua fluye por su propio peso, utilizándose la superficie del suelo agrícola para su distribución.
Ante las grandes extensiones de cultivos y la necesidad de racionalizar el uso del agua y su aplicación oportuna en las diferentes etapas de crecimiento de las plantas, este sistema se ha venido tecnificando conduciendo el agua por largas prolongaciones de tuberías especiales con compuertas, impulsada por motobombas de diferente potencia de acuerdo al tamaño y topografía del terreno.